Ballart dimisión, el clamor de Afectados Can Boada

¡Ballart dimisión! La lucha vecinal en Can Boada: Pancartas en la Plaza Agustí Bartra. En Terrassa, el barrio de Can Boada se encuentra en el centro de un movimiento vecinal que reclama atención y acción. Este martes, la Asociación «Afectados Can Boada» desplegó pancartas alrededor de la emblemática Plaza Agustí Bartra, con mensajes contundentes que reflejan el descontento de la comunidad hacia la gestión municipal encabezada por el alcalde Jordi Ballart.
El acto, definido por los vecinos como un gesto simbólico pero firme, busca visibilizar un conflicto latente en la relación entre la administración local y los habitantes de Can Boada. Según el colectivo vecinal, la instalación de las pancartas no solo responde a la falta de soluciones ante las quejas del barrio, sino también a un sentimiento de abandono y división generado por las políticas actuales.
Un mensaje claro: Dimisión y unidad vecinal
El reclamo principal, expresado de forma conjunta por los vecinos, exige la dimisión del alcalde con un contundente mensaje: «Deja de dividir». La protesta también destacó el descontento hacia la propuesta de instalar una pista de hielo en la plaza, una iniciativa promovida por la asociación Can Boada Ponent, que algunos consideran ajena a las necesidades reales del barrio.
En palabras de la asociación, esta acción no solo busca llamar la atención sobre las decisiones del consistorio, sino que también pretende unificar al vecindario en torno a un objetivo común: la mejora de su calidad de vida y el respeto a sus demandas.
La lucha continúa
¡Ballart dimisión! Lejos de ser un gesto aislado, la instalación de las pancartas representa un capítulo más en la lucha de este movimiento vecinal. “La lucha sigue”, concluyen desde la Asociación Afectados Can Boada, mostrando su compromiso por un futuro en el que las necesidades del barrio sean escuchadas y atendidas.
La Plaza Agustí Bartra, decorada con estas pancartas reivindicativas, se convierte ahora en un espacio de resistencia y unidad. ¿Será este un punto de inflexión en la relación entre el barrio de Can Boada y el Ayuntamiento de Terrassa? El tiempo dirá, pero una cosa es clara: la voz de los vecinos sigue resonando con fuerza.